¿Qué es el Solarpunk? ¿Qué otros nombres se utilizan para hablar de ficción climática? Aquí intento explicartelo.
Muchos escritores y lectores se quejan de que ya no tiene sentido hablarnos de futuros distópicos u apocalípticos con cambio climático, ya que lo estamos viviendo cada día más (ver artículo de distopías de ficción climática). De hecho, hay un llamamiento a crear historias donde se busquen soluciones. Y esto se está haciendo a través de varias tendencias, como ya comenté en el artículo ¿Tenemos que dejar de leer distopías?. Se está buscando que haya de nuevo utopías y que podamos leer literatura “hopepunk” (esperanzadora) que intentan contrarrestar/compensar la ficción pesimista y oscura de algunos libros distópicos y apocalípticos.
Dentro de la ficción climática, una de las soluciones propuestas es la tendencia Solarpunk, una clasificación todavía joven que utiliza las fuentes de energías renovables (sobre todo la solar, de ahí su nombre) como base para elaborar la historia. Se inspiró en el steampunk que eran historias ucrónicas en la época victoriana en las que el vapor movía el mundo. Lo interesante del solarpunk y del steampunk es que ambos engloban muchos más medios que la literatura. Están presentes en el arte, la arquitectura, la moda, la música e incluso los juegos.
Imagen de la página de Miss Olivia Louise
¿Cuál es la définición del movimiento Solarpunk?
El término fue acuñado en un blog de política y economía en 2008*. En 2012 fue publicada en Brasil la que se considera la primera antología de relatos Solarpunk: “Solarpunk; historias ecológicas y fantásticas en un mundo sostenible”, del editor Gerson Lodi-Ribeiro.
El momento clave para el despegue de esta clasificación fue la creación en 2014 de un manifiesto por Adam Flynn, investigador de la Universidad Estatal de Arizona que le dio visibilidad y cambió su sentido. “Si el cyberpunk era el futuro que viene y no nos gusta, y el steampunk era el futuro de ayer que desearíamos haber tenido, el solarpunk quiso situarse como el futuro que podemos querer y que podríamos ser capaces de alcanzar”. Aquí dejo enlace al manifiesto. En él, se describe al Solarpunk como un movimiento de ficción especulativa, arte, moda y activismos que intenta contestar y encarnar la pregunta: ¿Cómo sería una civilización sostenible y cómo podemos llegar a ella?
Se basa en tecnologías sostenibles y en estilos de vida cooperativos, en lugar de competitivos. El foco de muchos relatos solarpunk es la consecución de un equilibrio entre naturaleza y tecnología.
Por lo que el Solarpunk se muestra technofriendly, rompiendo con una antigua idea de que para salvar el ecosistema deberíamos volver a un entorno mucho más natural y primitivo, con menos tecnología, como en el libro Destrucción (Ravage) de René Barjavel. En este movimiento no reniegan del futurismo, pero solo se proyectan el futuro con la tecnología adecuada. Por supuesto la reutilización y el reciclaje forman parte de él.
¿Solarpunk o Ecopunk?
Muchas personas utilizan indistintamente los términos Solarpunk y Ecopunk, ya que la frontera entre ambos es muy fina. El Solarpunk debería por su nombre incluir solo fuentes de energía solar o renovables, y las historias Ecopunk deberían estar más centrados en la vuelta a la naturaleza. Pero en realidad los autores debaten y representan varias posiciones con múltiples soluciones para el medioambiente, lo que hace que sean indistinguibles para los no expertos.
¿Por qué punk?
Tanto el Solarpunk como el Ecopunk se han inspirado en el cyberpunk (ver ¿qué es cyberpunk?) ya que buscan una rebelión, una contracultura, un post capitalismo. Se trata en ambas de ir en contra de la dirección convencional de consumo y emisiones de CO2, que es cada día más alarmante. Pero ese aspecto subversivo no está muy marcado en las historias y se incluye más en el worldbuilding que en la trama principal.
¿La distopía en el Solarpunk y el Ecopunk?
Según el manifiesto, el Solarpunk no puede ser distópico. Pero en la práctica la mayoría de obras literarias necesitan comenzar huyendo de un mundo distópico o apocalíptico para poder crear una trama hacia ese nuevo génesis deseable.
El Solarpunk y el Ecopunk deben mostrar el interés de sus soluciones frente a un mundo devastado o en sufrimiento. Lo que hace consecuentemente que las historias Solarpunk o Ecopunk se orienten hacia un final feliz o utópico.
¿Libros Solarpunk?
Por ahora lo que se publica son revistas y antologías de relatos. Aunque haya quien añada a la lista Solarpunk los libros que ya cité como ficción climática. Las antologías de relatos reconocidas son las siguientes (en inglés):
- Solarpunk: Ecological and Fantastical Stories in a Sustainable World by Gerson Lodi-Ribeiro, VVAA (2012 – traducida al inglés en 2018)
- Wings of Renewal: A Solarpunk Dragon Anthology by Claudie Arseneault & Brenda J. Pierson (VVAA) (2015) – son historias de ciencia ficcion y fantasía
- Sunvault: Stories of Solarpunk and Eco-Speculation (V.V.A.A.) (2017)
- Glass and Gardens: Solarpunk Summers by Sarena Ulibarri (VVAA) (2018)
- Multispecies Cities: Solarpunk Urban Futures (VVAA) (2021)
¿Y después qué?
Creo que el término que se está afianzando es el Solarpunk, aunque no sé si surgirán libros o si esta clasificación llegará a ser tan reconocida como el cyberpunk o steampunk. El tiempo dirá. Pero desde hace más de un año que sigo a un grupo solarpunk y estoy impresionada por cómo se está desarrollando este movimiento multidisciplinar en varios países basándose en el manifiesto, sus valores, su bandera, etc. Existen concursos artísticos y culturales alrededor del Solarpunk. Es presentado como una forma de ver la vida. Quizás sea el principio de un nuevo movimiento cultural como lo fue el hippie. 😉
Para saber más:
Para saber más, el artículo de prensa de 2008 que acuñó por primera vez el término Solarpunk.
Tampoco te pierdas este podcast de Vuelo del Cometa sobre Solarpunk.
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La foto de la portada de Singapur es de Coleen Rivas, encontrada en Unsplash. La foto de la ciudad con paneles solares es Jude Joshua en Pixabay y la segunda foto de Singapur es de Faizal Sugi encontrada en Unsplash.