No sé por qué, pero el libro Leyes de mercado me imponía bastante respeto. En la contraportada de la edición de Gigamesh que he leído, decían que tenía una estética entre Mad Max y La hoguera de vanidades. Luego descubrí que el escritor había leído ensayos de economía, así que me documenté al máximo para hacer un buen análisis. Y al final me he dado cuenta de que toda esa preparación no era necesaria. Aunque es cierto que Leyes de mercado no es la típica distopía o el clásico cyberpunk. Vamos a verlo.
Resumen de Leyes de mercado
En 2041, la Tierra está prácticamente gobernada por enormes multinacionales financieras que dirigen las vidas de buena parte de los habitantes del planeta. Solo los que son capaces de llegar al trabajo con sangre en las ruedas tienen opciones de formar parte de la nueva clase dirigente. Chris Faulkner, un joven y prometedor ejecutivo que es contratado por Shorn Associates para su división estrella: Inversión en Conflictos, intentará atacar el sistema desde dentro.
El autor y sus influencias para este libro:
Richard Morgan es un escritor británico nacido en 1965 en Londres. Es muy conocido como escritor de libros distópicos cyberpunk (ver artículo ¿qué es cyberpunk?), y sobretodo por su libro Carbono modificado, del que se ha hecho una serie en Netflix. Sus obras se pueden clasificar por series: La de Takeshi Kovacs, la Tierra de Héroes y la serie Black Man. Leyes de Mercado (Market Forces) fue publicada en 2004 y constituye una novela autoconclusiva, independiente de sus otras series. Este libro ha ganado el premio John Wood Campbell Memorial de 2005, y fue nominado para el premio Arthur C. Clarke.
Es curioso encontrar al final de su libro una bibliografía de lecturas que el autor ha consultado para documentar su escritura. Me llamó la atención “El malestar en la globalización” de Joseph E. Stiglitz, ya que tengo otros dos libros de este Nobel de economía. Me cuesta mucho terminar de leerlos porque son ensayos mal estructurados, pero tiene explicaciones económicas bastante interesantes.
Joseph E. Stiglitz presenta en su libro “Los felices años 90” que hay dos tipos de economistas: los que defienden el libre mercado, y los que defienden un mercado regulado para reducir las desigualdades sociales. Es también lo que opinaba Michael Goodwin en Economix, que criticaba el libre mercado y recomendaba una economía mixta con la intervención del gobierno a través de una correcta reglamentación. Y es ahí donde Michael Goodwin insistía en la importancia de elegir a buenos políticos.
Richard Morgan parece opinar lo mismo, y especula sobre un aumento de esa tendencia capitalista hacia el libre mercado para crear una distopía económica o corporativa (ver ¿qué es distopía?). Para algunos críticos, Richard Morgan estuvo influenciado por el escándalo de Enron. A otros les recuerda la novela de Frederik Pohl y Cyril M. Kornbluth de 1953, Mercaderes del espacio.
Leyes de mercado, una distopía económica
Richard Morgan crea un mundo futurista donde el libre mercado no está regulado y se puede especular sobre cualquier cosa. Las grandes corporaciones están dispuestas a ganar dinero con todo, incluido las guerras.
“En todo el mundo, hombres y mujeres siguen encontrando causas por las que matar y morir. ¿Quiénes somos nosotros para discutírselo? ¿Hemos sufrido sus circunstancias? ¿Sentimos lo que sienten ellos? No. Decidir si es correcto o incorrecto no es nuestro cometido; no hacemos juicios de valor ni interferimos. En Inversión en Conflictos de Shorn Associates sólo nos hacemos dos preguntas: ¿Ganarán? Y en tal caso, ¿pagarán? Como en cualquier otro ámbito, Shorn solo invierte el capital que se le ha confiado allá donde existe la seguridad de obtener un buen beneficio.”
Pero el trabajo de estos economistas no es solo gestionar obligaciones del Estado detrás de un ordenador. No. Tienen que ser diestros conductores, ya que la competición entre empresas por obtener contratos y beneficios tiene lugar en carreras de coches donde solo se gana cuando el contrincante fallece.
“Cualquier economista que ejerza su profesión en el mercado libre tiene sangre en las manos”.
Evolución de personajes y acción violenta
Desde el principio sentimos al protagonista Chris Faulkner diferente del resto de sus compañeros de trabajo ya que tiene orígenes modestos y ha salvado la vida de uno de sus contrincantes. Además, su mujer es hija de un pacifista. Tenemos la esperanza de que cambie el sistema desde dentro y le acompañaremos en los dilemas entre sus convicciones y su voluntad de mantener su estatus social, ya que no quiere volver a la vida precaria de su infancia. El libro es una sucesión de momentos de peligro, de salvajes carreras de coches, y de situaciones profesionales y familiares tensas, en los que veremos la evolución del protagonista, Chris, con conflictos cada vez más difíciles de gestionar.
Distopía cyberpunk diferente
El protagonista disidente
Richard Morgan nos muestra ese mundo capitalista y violento desde el punto de vista de un disidente que lucha por formar parte del sistema y cambiarlo desde dentro; lo contrario de lo que vemos en la mayoría de las distopías, donde el protagonista intenta atacarlo o huir.
El ambiente cyberpunk
Tampoco encontramos el mundo cibernético de los clásicos cyberpunk, por ejemplo, Neuromante o Snow crash donde los personajes viven entre la realidad y el mundo virtual. El ambiente cyberpunk de Leyes de Mercado viene dado por el contexto económico de sus corporaciones y por las carreras de coches blindados. El protagonista no es un hacker, sino un economista. Pero sí añade un pequeño toque asiático gracias a un personaje secundario poco importante para el ambiente. Encontramos pues algunos pero no todos los códigos del género cyberpunk.
La sociedad
Como en muchas distopías hay una crítica a la división social. Pero en Leyes de Mercado no es una cuestión solo de dinero, la brecha social existe también por el hecho de trabajar. Los desempleados viven encerrados en las “Zonas” ya que su situación precaria les pueden llevar a actos desesperados de violencia. Curiosamente no se han hecho muros para proteger a la clase pudiente, sino para aislar a los desfavorecidos, que sean pacíficos o violentos.
La tecnología
Leyes de Mercado no es un libro que haga alarde de avances tecnológicos. En cambio, las armas aparecen como un bien necesario, como un smartphone que tiene que acompañar a todos los trabajadores para defenderse de contrincantes o de desempleados que quieran robarles el puesto, el coche, etc.
El feminismo
Hay quien me había hablado de este libro como un ejemplo más de patriarcado. No estoy completamente de acuerdo, creo simplemente que el mundo de 2045 de Leyes de Mercado no ha progresado nada con el actual en cuestión de feminismo. Richard Morgan muestra incluso algunos puntos de vista feministas, como por ejemplo la jefa de Chris Faulkner que ha luchado por llegar a su puesto. O su mujer que trabaja en un puesto que aún se considera muy masculino: reparadora de coches. Pero ambas están todavía confrontadas a estereotipos femeninos del día de hoy, trabajan rodeadas de hombres y tienen papeles secundarios lejos de la acción principal.
Conclusión de Leyes de Mercado
Leyes de Mercado es un libro distópico con ambiente cyberpunk que recomiendo leer por su crítica al capitalismo de libre mercado llevándolo al extremo. La especulación influye en la geopolítica mundial, y el puesto de trabajo se consigue y se defiende con violencia. Es un libro de acción donde veremos la evolución del personaje principal a través de situaciones peligrosas y conflictos morales. La lectura es amena, con buenos diálogos y con un ritmo en progresión constante hasta el final. Aunque no es la típica distopía cyberpunk, merece una lectura.
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La foto de la portada es de Sanjeevan Sathee Skumar encontrada en Unsplash. La foto de la Bolsa es de Ahmad Ardity en Pixabay, la de los coches de carreras es de Erik Mclean en Unsplash y la del muro fronterizo es de Greg Bulla también encontrada en Unsplash.