Imagina que estás en tu coche parado en un semáforo esperando que pase a verde, y de pronto, dejas de ver, solo tienes una capa blanca ante los ojos. Te has quedado ciego… Así empieza la novela Ensayo sobre la ceguera de José Saramago, un libro distópico que no te recomiendo leer durante esta pandemia de covid 19, ya que a mí me dejo el ánimo por los suelos.
Pero si tienes espaldas robustas, atrévete, ya que a mí me habría gustado leerlo antes por los mensajes importantes que transmite, y no solo sobre la epidemia.
Resumen de Ensayo sobre la ceguera
Una ceguera blanca se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos por la ciudad, los ciegos deben enfrentarse a lo más primitivo de la especie humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio.
Análisis general de Ensayo sobre la ceguera.
Me sorprendió el narrador de esta historia porque emite juicios personales de los hechos que a veces perturbaron mi lectura, pero sus reflexiones sobre la epidemia y la vida aportan mucha riqueza al texto. Hay quien considera que esas opiniones son las de Saramago, y por eso le encuentran petulante con la escritura de este libro. Quizás es debido a ese narrador tan presente, mientras que otros libros consiguen transmitir mensajes de forma más indirecta.
Me parece que algunos giros de la historia son gratuitos, incluso me molestaron un poco, ya que no veía lo que aportaban a la trama. Por momentos es una historia dura, por momentos escatológica y extrema.
Algo que me ha gustado y que no me esperaba en las primeras páginas es que la heroína fuese una mujer y que se encontrara en ese rol sin buscarlo. De hecho, todos los personajes femeninos están muy bien conseguidos dentro de una sociedad en declive muy machista. Una vez que sobrepasas al narrador, se consigue fácilmente empatizar con los personajes principales.
Considero que se trata de una distopía (ver artículo qué es distopía), pero creo también que se le puede considerar un libro apocalíptico y post-apocalíptico por la toma de consciencia de que el mundo se desmorona.
Temas sociales y humanos que trata el Ensayo sobre la ceguera:
He agrupado diferentes mensajes en tres grandes grupos; un primero orientado a la autoayuda, un segundo hacia la educación y un tercero más enfocado hacia la organización, sobre todo en caso de epidemia.
1. Abrir los ojos a la realidad que nos rodea, a nuestras decisiones, a sobrellevar las dificultades.
Detrás de esta ceguera física de la que nos hablará, Saramago quiere que comprendamos que vivimos la vida sin apreciar lo que tenemos, una especie de ceguera intelectual:
“Ciegos que viendo, no ven”.
Es el mismo mensaje que encontré en Ubik de Philip K. Dick y su percepción de la realidad. Aunque las historias no tengan mucho que ver.
Tiene algunos mensajes (aunque yo diría más bien consejos) que empujan a reaccionar, a no tener miedo a pesar de las posibles consecuencias:
“Si antes de cada acción pudiésemos prever todas sus consecuencias, nos pusiésemos a pensar en ellas seriamente, primero en las consecuencias inmediatas, después, las probables, más tarde las posibles, luego las imaginables, no llegaríamos siquiera a movernos de donde el primer pensamiento nos hubiera hecho detenernos”
Nos habla de los momentos duros que existen, nos aconseja llorar, pero solo para luego ser más fuertes:
“Todos tenemos nuestros momentos de flaqueza, menos mal que todavía somos capaces de llorar, el llanto muchas veces es una salvación, hay ocasiones en que moriríamos si no llorásemos”
2. Educación para evitar la violencia, tolerancia para comprender que podemos tener diferentes puntos de vista sobre hechos factuales, e incluso formas distintas de afrontar dilemas morales.
Critica la violencia como una forma de ceguera, sobreentendido, ignorancia:
“Siempre ha habido peleas, luchar fue siempre, más o menos, una forma de ceguera”
Habla de cómo los eventos pueden ser percibidos de forma diferente por las personas en función de su estado de ánimo:
“Iban las noticias circulando por la sala, desfiguradas cada vez que pasaban de un receptor al receptor siguiente, disminuida o agravada la importancia de las informaciones, conforme al grado personal de optimismo o pesimismo propio de cada emisor”
Nos sensibiliza sobre los dilemas morales frente a la necesidad propia y la de los demás:
“Se veían asaltadas por los necesitados, divididas, ellas, entre el deber clásico de humana solidaridad y la observancia del viejo y no menos clásico precepto de que la caridad bien entendida empieza por uno mismo”
3. Es importante organizarnos, apreciar todos los conforts que se nos ofrecen y entender la necesidad de civismo para no convertirnos en animales.
Critica también el confort al que nos acostumbramos como algo básico:
“…es defecto de la civilización, nos habituamos a la comodidad del agua canalizada, llevada a domicilio, y olvidamos que, para que tal suceda, tiene que haber gente que abra y cierre las válvulas de distribución, estaciones elevadoras que necesitan energía eléctrica, computadoras para regular los débitos y administrar las reservas, y para todo faltan ojos.”
Se habla mucho de la cadena de suministro de alimentos y de los equipos sanitarios, pero es cierto que no hemos mencionado a todos los trabajadores que se ocupan de gestionar el agua corriente y la electricidad de nuestros hogares.
Por supuesto, lo que más me ha impresionado es la importancia que Saramago da a la organización en el caso de la epidemia, de las personas confinadas y de la sociedad en general. Es una palabra que estará presente en la historia hasta el final.
“Si no somos capaces de vivir enteramente como personas, hagamos lo posible para no vivir enteramente como animales”
El confinamiento del principio del libro, de los primeros enfermos, no es contestado ni por los primeros ciegos, ni por los potenciales contagiados que son encerrados no muy lejos:
“Se trataba de poner en cuarentena a todas aquellas personas, de acuerdo con la antigua práctica, heredada de los tiempos del cólera y de la fiebre amarilla”
“…para evitar así ulteriores contagios que, de verificarse, se multiplicarían según lo que matemáticamente es costumbre denominar progresión geométrica.”
“Desearía contar con el civismo y la colaboración de todos los ciudadanos para limitar la propagación del contagio”
“…pensando que el aislamiento en que ahora se encuentran representará, por encima de cualquier otra consideración personal, un acto de solidaridad para con el resto de la comunidad nacional.”
Temas que no he considerado importantes:
- Hay quien cita que los malos instintos de los humanos y la obligada desconfianza hacia los demás están muy presentes desde el principio del libro. Es cierto, pero en todo libro apocalíptico se verá una división entre buenos y malos, como ya expliqué en el artículo sobre La carretera.
- El narrador no da nombres a los protagonistas. Hay quien lo encuentra como un signo más de ceguera. A mí me ha sorprendido, pero no me ha importado en la lectura.
Conclusión de Ensayo sobre la ceguera:
Nunca pensé que un libro distópico apocalíptico podría afectarme tanto en el ánimo. Pero es una historia que engancha porque los protagonistas tienen que enfrentarse a muchas dificultades, y estamos bajo la tensión de saber si todo se les podrá complicar aún más o si a un momento dado levantarán cabeza y pasarán cosas buenas. Recomiendo pues que leas el libro Ensayo sobre la ceguera, pero eso sí, elige el momento adecuado 😊
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La foto de de la portada es de Josh Calabrese, la foto de la joven con los ojos tapados es de Ryoji Iwata, la foto de los bisontes en medio de la carretera es de Goutham Ganesh Sivanandam. Todas sacadas de Unsplash.
Interesante análisis, Lola
Ha faltado (creo) una referencia a la película «A ciegas» (Blindness), de 2008, muy fiel a la novela (incluido el narrador con voz en off que recuerda al de Saramago). Hace unos años publiqué un relato en una antología inspirado en la novela, pero cambiando el sentido que se perdía: vista por oído. No era ciencia ficción, más bien fantasía. Tuve buenas críticas porque dejaba al lector sin oír los diálogos al igual que los personajes. Si te interesa, no tengo problemas en pasártelo.
Hace poco que me tienes como seguidor y pretendo serlo por mucho tiempo.
Saludos
Paco Bas
Muchas gracias, Paco! Había oído hablar de la película, pero no quise comentarla sin haberla visto. Me anoto tu recomendación para verla y hacer una revisión del artículo, gracias. Lo siento, pero no soy de leer fantasía. Me dejas encambio con la intriga de saber más de tu libro, así que déjame el título en los comentarios y le echaré una ojeada, vale? A ver si me animo cuando me reponga de este libro de Saramago 😉
No te hablaba de «mi libro» si no de mi relato incluido en una antología junto a otros autores: Palabras de Seda Fina 2. Mi participación, esa vez, fue una historia de terror-fantasía de 7.500 palabras (+- 15 páginas). Al ser tan corto pensé que podrías tener un hueco para leerlo si te interesaba ya que tocaba el tema de la pérdida de un sentido. Si lo quieres leer te envío el PDF (sin compromiso) por mail. La verdad es que la fantasía no es un tema que me atraiga mucho. En este caso me decidí por ella porque quería experimentar con la ausencia de un sentido, tanto para los personajes como para el lector y me venía bien usar un demonio.
Ahora sí que estoy escribiendo una novela que supongo que sería más de tu gusto. Va sobre la colonización de la Luna y pretendo que sea ciencia ficción dura con un tono de novela negra. Para poder leerla aún habrá que esperar bastante tiempo.
Por cierto, ¿has visto «For all Makind» (Para toda la humanidad)? Es una serie distópica de 2019 que especula con los rusos llegando antes a la Luna.
Un saludo.
Gracias de nuevo por tu recomendación de la serie. No la conozco. Apuntada! Te he mandado un mail, a ver si me leo el relato. 😉